Pantalla Pinamar (por Blanca López, enviada especial).- Casi todo realizador comienza haciendo un corto. Por eso es tan importante seguir de cerca este formato. Así lo entiende Liliana Amate, responsable del Programa de Cortos del INCAA, “La Semana del Corto en el 2015 fue eso, una semana donde se le da cabida a los ganadores de esa categoría en los diversos los festivales nacionales”.
A continuación, se presentaron representante de cuatro cortos, “Fantástico”, “Las nubes”, “La ventana abierta” y “Variación de López”, que comentaron sus diversas experiencias y las ganas de seguir haciendo cine, a pesar de las dificultades.
Tras ellos hablaron el productor y la actriz de “Paula”, Denise Labbate. La misma fue filmada en la casa de los abuelos del primero, mientras que la Municipalidad de Pergamino aportó comida, alojamiento y transporte. El casting se hizo con la gente del pueblo.
Basada en un caso de aborto muy conocido, “Terminó siendo más grande de lo que esperamos”. Con fecha de estreno tentativa en el Gaumont a principios de mayo, planean exhibirla, fiesta de por medio, en Pergamino.
Labbate viene del lado del teatro, “Me recibí del IMAD en el 2011. Hice un corto, teatro y clown, pero ´Paula´ fue mi primera experiencia en cine”.
El director Eugenio Canevari, según su productor Felipe Yaryura, “Siempre quiso contar una historia de una mujer en situación de embarazo no deseado y la necesidad de abortar cuando no se puede tener el hijo. Creo que partió del caso de Romina Tejerina. Estuvo mucho tiempo en España, estudió allá y por esa escuela pudimos ir a San Sebastián y también a Londres. Las reacciones fueron muy distintas. En Londres la gente se quedó preguntando cómo era la situación social y política en la Argentina”.
Para Yaryura, “El objetivo de la película es generar contraste de opiniones. Eugenio quiere filmar en España y el tema va a ser otra vez la mujer, y yo represento a la productora independiente Mamá Húngara Cine, con la que también estamos trabajando en un corto y un largo”.
En cuanto a “Sin rumbo”, del director suizo Karim Patwa, se trata de un “Drama que tomé de algo frecuente de lo que los diarios hacen un tratamiento superficial, siempre del lado de la víctima. Yo quería hacerlo desde el otro lado”.
Se trata de un muchacho que, al correr una picada, mata a una niña, va a la cárcel y luego se relaciona con la madre de la pequeña: “Los padres de él tratan de evitar el conflicto del hijo, también por lo que los vecinos pueden llegar a decir. Traté de no generalizar en cuanto al suizo en general, pero en algunas familias las personas son incapaces de expresar sus sentimientos, de establecer relaciones. No somos tan demostrativos como acá. La gente es más reservada, como envuelta en una nube”.
Realizó una investigación extensa sobre el tema, entrevistando a tres personas que, a partir de situaciones similares, están en prisión. Una psicóloga lo ayudó a entender que “tienen la personalidad dividida por lo que les provoca la velocidad y se dicen a sí mismos que no causaron el accidente y por eso pueden volver a manejar sin remordimientos”.
El embajador suizo fue el anfitrión de una de las recepciones más divertidas, con platos típicos, gigantografías de paisajes de su país y una cabina de teleférico para tomarse fotos.
Una de las curiosidades que se tiene Pantalla Pinamar este año es la presentación de la restauración de “Una invención diabólica” de Karel Zeman, obra de Ondrej Bernek, creador del museo del cineasta checo.
Zeman, quien se dedicó a realizar películas de corte fantástico, en las que mezclaban live action y stop motion durante los ´50 y los ´60, fue el responsable que “Nuestra cinematografía se hiciese conocida en todo el mundo. En 2010 me encontré con su hija. Yo estaba enamorado de su obra desde la infancia, cuando sus películas se estrenaban para Navidad y con dos amigos decidimos crear un museo dedicado a él. Es un centro interactivo en pleno centro y es como entrar en el mundo de la fantasía para jugar y entender su universo”. (http://www.muzeumkarlazemana.cz/en)
“Estoy muy feliz de ver a los chicos divertirse dejando de lado lo digital por lo analógico. Vienen con sus padres y hacen talleres. Nos interesa mucho preservar su herencia”.
Es el cónsul de la República Checa, que luego ofreció una recepción, el que acota una anécdota sobre los filmes de Zeman, “En mi niñez eran un escape de los difíciles tiempos de comunismo”.
Aunque, comenzaron a lanzar sus películas en DVD, Bernek y sus socios querían que volvieran al cine. Así nació “Restaurando el Mundo de la Fantasía”, con la participación del Instituto de cine, la TV publica y el museo para restaurar tres películas en 4K, la mayor calidad posible, y presentarlas ante el público para que sienta lo mismo que hace 60 años. “Una invención diabólica”, la primera de la serie, está basada en el libro de Julio Verne, que Zeman amaba y de donde tomó el estilo los grabados que los acompañaban. Se trata del film más exitoso del cine checo. En 1958 se presentó en la Exhibición Mundial de Bruselas donde fue galardonado como el Mejor Film Mundial, por su estilo único y original. Lo hizo famoso y el filme fue vendido a 72 países y premiado en muchos festivales. Se exhibe tal cual era, inclusive con un par de errores que tenía el original. Tras esa restauración, el equipo se abocó a los otros dos largos, “Las aventuras dl barón de Munchhausen” y “Viaje al comienzo de los tiempos”.
Otro que filmó en la casa de sus abuelos fue el director de “Ónix”, Nicolás Teté, aunque su abuela nunca se enteró de qué se trataba la trama. Allí no terminan las coincidencias con el tema de su segundo opus, ya que su abuelo había fallecido hacía poco y era de La Toma, el pueblo del pariente de los protagonistas de la historia, pero “no tengo primos de mi edad. Hay 20 años de diferencia con ellos”, avisa rodeado de su joven elenco.
“Viví en Villa Mercedes hasta los 18. Elegí hablar de estos primos de alrededor de 20 años que ven a los adultos como gente que se maneja de otra manera. La mayoría son actores de San Luis por una cuestión de presupuesto y porque estaba bueno darles un lugar”.
Cuando terminó “Últimas vacaciones en familia”, que rodó cuando tenía 22, “Me dije que nunca más iba a filmar de forma independiente. Pero los tiempos de concursos me parecieron muy largos y me sentía mal. Y así con lo que tenía a mano decidí hacer ´Ónix´ rápido porque yo estudié cine y quería hacer cine”.
Fueron 10 días de rodaje. “En la post producción sufrimos un stress muy grande para encontrar un lugar que la edite en 4K y de onda. Al final la Universidad del Cine nos dio la postproducción que es carísima. El guión se hizo mientras ensayábamos y en el montaje tenía miedo de que no hubiera una historia, que era la que a mí me quemaba, que quería contar”
Actualmente no se puede quedar quieto, “Estoy yendo hace seis meses a un teatro con una cámara y micrófono para un documental, y ya tengo un guión para hacer con amigos durante los fines de semana. A mí lo que más me gusta es que la gente vaya a ver mis películas y el trabajo de los otros, que es un equipo sub30”.
Con un costo de $300.000, parte puso la Municipalidad de Villa Mercedes y parte procedió de lo que Teté había ganado con la película anterior, además de los canjes que supieron conseguir.
Como oriundo de San Luis también pidió la colaboración de San Luis Cine, que ni siquiera pudo prestarle equipos, que usan los alumnos de la universidad provincial, porque están obsoletos. De esa manera tampoco los técnicos egresados allá tampoco pueden trabajar en cine. “Es un tema complicado y me peleo mucho allá”.
Un momento emotivo se vivió con la visión del Work in Progress de “El (im)posible olvido”, quinto documental de Andrés Habegger. “Es la primera vez que hago un trabajo narrado en primera persona. En este caso la memoria se construye en un relato sobre mi papá, desaparecido en 1978, luego de abordar un avión en México, donde vivía con mi madre”.
Con más de seis años en desarrollo, “Me interesaba trabajar sobre el olvido, primero desde el punto de vista más filosófico y después me pregunté por qué trabajaba sobre la memoria de los otros. De los 8 años para atrás no tengo ningún recuerdo y volver sobre cartas y diarios generó el proceso de reencontrarme con ese chico que fui. La premisa fue volver a los lugares donde pasaron ciertos hechos, pero no recuperé una memoria de ese momento, sino una contemporánea. Con las cartas reconstruí la figura de mi padre como tal por que hasta ese momento tenía que ver con lo que me contaban otros, y a partir de su ausencia construir una presencia”.
Luis Digiano - Blanca López 